En la Selva Lacandona, ubicada en la frontera entre México y Guatemala, la población construyó pistas de aterrizaje desde la década de 1970, para poder sacar a sus enfermos vía aérea, sin tener que recorrer a pie, durante varios días, las montañas de vegetación espesa; ahora, cárteles de la droga se están apoderando de las pistas y poblados enteros.
Esta región fue poblada por indígenas que huían de la semiesclavitud que vivían en las grandes fincas cafetaleras y ganaderas, por campesinos sin tierra provenientes de otros estados del país y por lacandones provenientes del Caribe.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que habitantes de la región chiapaneca de la Selva Lacandona tienen acuerdo con cárteles de drogas y enfrentan a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para evitar que asegure los cargamentos.
“Tiene que llegar el Ejército pronto para el decomiso, porque los narcotraficantes tienen acuerdos en esas comunidades, con algunas gentes”, declaró este lunes durante la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
El mandatario relató que en la zona existen pistas clandestinas, manejadas por uno de los cárteles, donde aterrizan aviones con droga. Subrayó que, cuando son detectadas por la Sedena, los militares deben arribar pronto a decomisarlos por los acuerdos entre los narcotraficantes y los ciudadanos.
Añadió que, en algunos casos, las personas arriban a los sitios y “enfrentan al ejército para que no se pueda llevar a cabo el decomiso”.
Sin embargo, aclaró que no saben si esto se debe a que los grupos criminales otorgan dádivas a los pobladores o porque los amenazan para que lleven a cabo dichas acciones.
Ante esto, hizo un llamado a las personas de la zona para que ya no sucedan estos hechos.
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