Durante el 2024, Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, ha visto un aumento significativo en la presencia de migrantes en situación irregular. Miles de extranjeros se encuentran varados en la ciudad bajo condiciones desfavorables, ocupando áreas cercanas a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM), las centrales de autobuses, y asentándose en la explanada y orillas del Parque Santo Domingo, ubicado en el corazón del centro de la ciudad.
La presencia de migrantes en Chiapas se ha vuelto cada vez más notoria, con familias enteras utilizando el Parque Santo Domingo como refugio. Este lugar, cercano a la iglesia Santo Domingo, ofrece no solo un espacio para quedarse, sino también alimentos a precios accesibles para personas en situación vulnerable.
Mientras tanto, otros migrantes recurren a la venta de paletas o a pedir dinero en las calles para poder continuar su viaje hacia el norte de México. Como muchos otros, su objetivo es llegar a Estados Unidos, encontrar trabajo y mejorar la calidad de vida de sus familias.
“Estamos en un país que no es nuestro. No queremos estar aquí, pero necesitamos apoyo para seguir adelante”, expresó uno de los migrantes, destacando las difíciles circunstancias que los impulsan a buscar un futuro en tierras extranjeras.
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