La violencia generada por conflictos entre grupos armados en Chiapas ha provocado una grave crisis para las mujeres gestantes, quienes se ven privadas de opciones para el seguimiento de su embarazo y la atención del parto. El Comité Promotor de una Maternidad Segura y Voluntaria en Chiapas alertó sobre esta situación, denunciando que la inseguridad ha impedido el acceso a hospitales y ha puesto en riesgo la vida de las mujeres y sus bebés.
La organización ha documentado casos fatales en los que mujeres con complicaciones obstétricas no han podido ser referidas a un hospital o han tenido que regresar a sus hogares debido a la falta de seguridad en las carreteras. Además, han registrado desapariciones de familiares de parteras, lo que ha generado un clima de miedo y temor entre las comunidades.
La violencia ha provocado la ausencia de la mayoría de los médicos en las regiones afectadas, lo que ha incrementado la carga sobre las parteras tradicionales. Estas últimas asumen mayores riesgos para su propia seguridad al tratar de brindar atención médica en un contexto de inseguridad.
El Comité destacó que la situación en Chiapas es grave, con un elevado número de asesinatos y desapariciones, desplazamiento forzado de miles de personas y una disrupción casi total de las actividades laborales. La organización hizo un enérgico llamado a los gobiernos federal, estatal y municipales para que reconozcan públicamente el estado de excepción y la gravedad de la situación en varios municipios de Chiapas.
Entre las demandas del Comité se encuentran el fortalecimiento de los mecanismos de referencia a hospitales en caso de urgencias obstétricas, neonatales o por cualquier otra causa, así como el acompañamiento de las comisiones de derechos humanos para monitorear y atender cualquier violación a los derechos de la población.
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