Miles de pobladores de diversas regiones de Chiapas salieron a las calles para participar en una megamarcha exigiendo el fin de la violencia y la narcopolítica que afecta al estado. La marcha fue convocada por los obispos de las diócesis de San Cristóbal de las Casas, Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, logrando reunir a alrededor de 10 mil personas, según estimaciones de los organizadores.
Convocatoria de las diócesis y participación ciudadana
La marcha fue organizada por los líderes eclesiásticos de las tres diócesis del estado, quienes encabezaron la movilización en la capital, Tuxtla Gutiérrez. Los manifestantes caminaron más de 10 kilómetros hasta llegar a la catedral de San Marcos, cargando símbolos religiosos y carteles con mensajes de paz. Participaron habitantes de diversas regiones, incluyendo pueblos originarios e indígenas, que alzaron la voz para denunciar la creciente violencia.
Crimen organizado y narcopolítica: las causas de la violencia
En un comunicado, las arquidiócesis explicaron que la violencia en el estado se debe a la guerra territorial entre cárteles, incluyendo el Cártel de Sinaloa, el CJNG y el Cártel de Chiapas y Guatemala. Estos grupos criminales han sido responsables de homicidios, secuestros y desplazamientos forzados de los pobladores, a quienes utilizan como “escudos humanos” o los someten a condiciones de “esclavitud” en retenes ilegales en municipios como Chenalhó, Pantelhó y Frontera Comalapa.
Consignas y exigencias de los manifestantes
Con consignas como “Que la paz sea una realidad en Chiapas” y “Alto a la narcopolítica”, los manifestantes exigieron la intervención de los tres niveles de gobierno para garantizar la seguridad de los ciudadanos, restablecer el estado de derecho y permitir que las familias desplazadas puedan regresar a sus tierras. Pancartas con imágenes de personas desaparecidas y víctimas del crimen organizado fueron levantadas como un recordatorio de la crisis humanitaria que afecta a la región.
Cancelación de festejos patrios en municipios violentos
La megamarcha ocurrió días después de que el gobierno estatal decidiera cancelar los festejos del Grito de Independencia en 12 municipios de Chiapas debido a la inseguridad y violencia creciente. Los municipios afectados incluyen Frontera Comalapa, Chicomuselo, La Grandeza, Bellavista, Siltepec, El Porvenir, Motozintla, Bejucal de Ocampo, Mazapa de Madero, Amatenango de la Frontera, Pantelhó y Altamirano.
Un llamado urgente a la paz
Los organizadores de la marcha reiteraron que el fin de la violencia solo será posible con una intervención firme de las autoridades y la recuperación del territorio controlado por los cárteles. La ciudadanía demanda un esfuerzo conjunto para garantizar la seguridad y tranquilidad en sus comunidades, y un compromiso real con la protección de los derechos humanos y la justicia para las víctimas.
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