Chiapas cerró el 2024 con la tasa más baja de participación laboral femenina en el país, con solo 30%, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi. Esta cifra contrasta fuertemente con la de estados como Baja California Sur, donde la tasa alcanzó el 58%.
Factores que limitan el empleo femenino en Chiapas
La baja participación de las mujeres en el mercado laboral chiapaneco está relacionada con diversos factores estructurales, entre ellos:
Altos niveles de pobreza y marginación, que restringen el acceso a oportunidades de empleo.
Escasez de empleos formales, especialmente en sectores que tradicionalmente contratan a mujeres.
Carga del trabajo doméstico y de cuidados, que recae en su mayoría sobre las mujeres y no es remunerado.
Trabajo no remunerado: el peso invisible de la economía
El trabajo doméstico y de cuidados que realizan las mujeres en México equivale a 8.4 billones de pesos, y ellas aportan el 71.5% de este valor, según el Inegi. Si estas labores fueran pagadas, las mujeres recibirían un sueldo estimado de 7,248 pesos mensuales, mientras que los hombres percibirían 3,040 pesos.
En estados como Chiapas, donde el empleo femenino remunerado es limitado, muchas mujeres se ven obligadas a depender de este trabajo no reconocido, lo que perpetúa su exclusión del mercado laboral.
Retos y oportunidades
Reducir la brecha de género en el empleo en Chiapas requiere:
Más inversión en sectores que generen empleo formal para mujeres.
Programas de apoyo para madres trabajadoras, como guarderías y horarios flexibles.
Educación y capacitación laboral para ampliar las oportunidades de empleo.
El acceso al trabajo formal y bien remunerado no solo beneficia a las mujeres, sino que también impulsa el desarrollo económico del estado.
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