Huixtla, Chiapas. Una nueva caravana migrante que avanza desde el sur de México denunció este jueves obstáculos por parte de autoridades locales y federales al intentar ingresar al municipio de Huixtla, donde planeaban descansar tras recorrer varios kilómetros bajo condiciones extremas.
Desde temprana hora, elementos del Instituto Nacional de Migración (INM), la Guardia Nacional y autoridades municipales instalaron un retén en los accesos a la localidad, intentando desviar a los migrantes hacia la autopista. A pesar del operativo, la caravana logró entrar al municipio, pero se encontró con la negativa de las autoridades para acceder al domo deportivo donde organizaciones sociales habían dispuesto alimentos y refugio temporal.
Sin alternativa, los migrantes continuaron su trayecto hasta la aduana de Huixtla, a unos siete kilómetros, visiblemente exhaustos y con malestar ante lo que califican como un trato indigno y violaciones a sus derechos humanos.
La caravana partió este jueves del municipio de Huehuetán con dirección a la Ciudad de México, como parte de su ruta hacia la frontera norte. La urgencia por avanzar se ha incrementado ante la posible llegada de Donald Trump nuevamente a la presidencia de Estados Unidos en enero, lo que representa un escenario más restrictivo para quienes buscan solicitar asilo o ingresar al país.
Entre los integrantes del contingente hay personas originarias de Honduras, Venezuela y otros países de Centroamérica y Sudamérica. Algunos relatan haber sido detenidos previamente por autoridades migratorias mexicanas y expresan su preocupación por la falta de garantías para su integridad física durante el trayecto.
En medio de denuncias por maltrato y obstáculos para transitar libremente, la caravana tiene previsto reanudar su marcha la noche de este jueves rumbo a Villa Comaltitlán o Escuintla, en busca de un nuevo punto de descanso antes de continuar su camino al norte.
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