El gobierno chino anunció este jueves una serie de medidas más estrictas para controlar la exportación de tierras raras y las tecnologías asociadas, que afectará a empresas extranjeras que dependan de esos materiales o procesos.
Bajo las nuevas reglas, cualquier exportador extranjero que utilice tierras raras originarias de China deberá contar con una licencia de exportación emitida por el Ministerio de Comercio chino. Asimismo, tecnologías relacionadas con la minería, el procesamiento, la fabricación de imanes y el reciclaje de esas materias estarán sujetas a aprobación previa, y su exportación podrá prohibirse si se considera que pueden tener uso militar.
Las restricciones también contemplan que las empresas chinas no podrán colaborar con entidades foráneas en proyectos relacionados con tierras raras sin la autorización del gobierno. En particular, las solicitudes vinculadas a semiconductores serán analizadas caso por caso, mientras que los usos militares serán rechazados de forma general.
Estas medidas llegan en un momento de alta tensión comercial entre China y Estados Unidos, apenas semanas antes de una reunión programada entre sus líderes. China, que domina buena parte del mercado global de procesamiento de tierras raras, reforza así su posición estratégica frente a posibles sanciones y restricciones tecnológicas.
Por otro lado, los mercados reaccionaron rápidamente: las acciones de compañías chinas dedicadas a la minería y procesamiento de tierras raras mostraron incrementos notables tras anunciarse las nuevas regulaciones.
Estas disposiciones ya están vigentes y modifican el marco comercial previo, imponiendo mayores barreras a la transferencia de tecnologías críticas y al comercio internacional de minerales estratégicos.
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